Este es el día que el Señor ha hecho; recocijémonos y alegrémonos en él.
Durante los momentos difíciles nos vemos tentados a volvernos pasivos mientras esperamos que pase una tormenta de la vida. Pero Dios nos invita a buscar activamente las oportunidades que tenemos a la mano en lugar de lamentarnos por lo que no tenemos.
Puesto que el Señor ha hecho este día, podemos ver más allá de las puertas cerradas y ver la gente y las oportunidades que antes pasamos por alto. Al celebrar sus valor descubriremos el gozo y la alegría que vienen de Dios.
jueves, 3 de septiembre de 2009
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